Reseña. José Luis LOSADA PALENZUELA, Schopenhauer traductor de Gracián. Diálogo y Formación, Valladolid, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2011, 296 páginas

Paloma Pueyo Sahún

Universidad de Zaragoza (España)
paloma.pueyo@gmail.com
JANUS 2 (2013)
Fecha recepción: 25/02/13, Fecha de publicación: 27/03/13
Resumen

Schopenhauer traductor de Gracián. Diálogo y Formación recoge un estudio sobre la relación dialogal entre Schopenhauer y Baltasar Gracián a través de las traducciones del filósofo aleman. El jesuita es un autor moderno y la valoración y difusión de su obra en Europa se deben, en gran parte, a la labor de este, quien reconoce en él a un autor universal y observa en sus obras aspectos morales del hombre aplicables a todos los individuos.

Palabras clave
Schopenhauer, Baltasar Gracián, filosofía alemana, difusión del Barroco en Europa, traducción.
Title

Review. José Luis LOSADA PALENZUELA, Schopenhauer traductor de Gracián. Diálogo y Formación, Valladolid, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2011, 296 p.

Abstract

Schopenhauer traductor de Gracián. Diálogo y Formación gathers a study on the dialogue stablished between Schopenhauer and Baltasar Gracián through the German philosopher’s translations. The Jesuit is a modern author and his value and European diffusion are, in large part, due to Schopenhauer’s work, who recognised in Gracián a universal writer and who observed moral aspects applicable to every individual.

Keywords
Schopenhauer, Baltasar Gracián, German philosophy, Baroque difussion in Europe, translation.
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Schopenhauer traductor de Gracián. Diálogo y Formación recoge un estudio sobre la relación dialogal entre Schopenhauer y Baltasar Gracián a través de cual se esclarecen los aspectos en que ambos coinciden. El jesuita es un autor moderno y la valoración y difusión de su obra en Europa se deben, en gran parte, a la labor de traducción del filósofo alemán, quien reconoce en él a un autor universal y observa en sus obras aspectos morales del hombre aplicables a todos los individuos. Traducir es interpretar puesto que es arrojar luz nueva sobre el texto y, en este caso, Schopenhauer realiza una lectura de la obra del jesuita alumbrada por su sistema filosófico. La traducción del filósofo alemán supuso el realce de Gracián entre los autores alemanes, idea que también examinaron Dietrich Briesemeister (1991: 221-232) y Sebastian Neumeister (1991: 261-278).


Los primeros capítulos del libro de Losada exploran un estado de la cuestión insistiendo en la escasez de estudios sobre el reconocimiento shopenhaueriano de la obra de Gracián. También se contextualiza el estudio a través de los conceptos de diálogo, traducción e interpretación. A este respecto, las ideas de Gadamer son fundamentales para comprender la traducción que hace Schopenhauer del escritor belmontino. En el análisis del diálogo entre uno y otro, se procede hermenéuticamente realizando un comentario crítico que pretende aportar explicaciones de manera abierta.


Los capítulos centrales del estudio sintetizan la recepción de la obra graciana en Alemania y las ideas filosóficas de Schopenhauer, cuyo fundamento se encuentra ante una dualidad: el mundo es representación y su esencia es la voluntad (primum mobile). El manual de Losada interesa por ello tanto a filósofos como a críticos literarios. Esta visión del universo filosófico y conceptual del tiempo de Gracián se puede ampliar en los manuales Baltasar Gracián: ética, política y filosofía (2002) y El mundo de Baltasar Gracián. Filosofía y literatura en el Barroco. Granada (2003).


El libro de Losada ahonda, a su vez, en la huella de la literatura española en el pensamiento de Schopenhauer y la examina en relación con la literatura universal y con el ideal humanístico, siguiendo la estela de la Weltliteratur de Goethe que, en su afán de cultura universal, intentó integrar en lengua alemana las literaturas nacionales de todas las épocas. Más allá de la huella de la literatura, este estudio da las claves para comprender un concepto fundamental en Schopenhauer, Bildung, que es una formación integral de la capacidad y la disposición natural del hombre sin condicionamientos sociales.


La idea de formación es uno de los aspectos vinculantes con el escritor aragonés señalados por Losada Palenzuela. De acuerdo con el pensamiento de Gracián, educación y cultura son importantes para «hacerse persona» y estas, junto con la prudencia, se perfilan como camino para la huída del sufrimiento, idea que Schopenhauer también compartirá. En este sentido, el Oráculo manual pretende dar un método o un arte a la prudencia para dirigir y mostrar un camino a la conducta humana. Concepto, agudeza e ingenio, conforman toda una filosofía en Gracián gracias a la que el hombre puede, de un lado conocer la realidad y, del otro, realizarse como persona. Schopenhauer reconoce las limitaciones humanas y con ellas la incapacidad para conseguir la felicidad, pero postula que el hombre debe desarrollar su máximo nivel de humanidad y las capacidades que le son propias y que, a su vez, dependen de su carácter individual. Este es un punto capital para entender el diálogo establecido entre ambos autores.


Los sintagmas de Gracián referidos al desarrollo de la personalidad a través de la formación y la experiencia, «ser persona» y «hacerse persona», son interpretados por Schopenhauer en el sentido de plenitud y formación, y ambos requieren el conocimiento práctico. La persona, dentro de sus límites naturales, ha de ser modelada a través de una formación gradual (Bildung), para alcanzar su máxima perfección. En Schopenhauer, el hombre, que es solo actor en el teatro del mundo, ha de mostrar su valía para formarse un carácter. Pero no es solo la idea de formación la que vincula a ambos autores, sino que esta congenialidad se fundamenta en diversos aspectos que se desarrollan en el sexto capítulo, el más extenso y el más interesante desde el punto de vista de la crítica literaria. Otro aspecto relevante es la renuncia schopenhaueriana a la historia como ciencia.


De este modo, el arte remite a la esencia del ser humano y esta ausencia de sentido histórico permite que Schopenhauer mantenga un diálogo directo con los textos, puesto que la relación congenial entre autor y lector solo requiere el texto como medio. Gracián y Schopenhauer comparten además el valor del arte como fuente común de conocimiento. El jesuita alaba al «filósofo en el verso» y admite que, aunque por diferentes caminos en las artes, todos los sabios buscan la verdad. Así pues, Gracián desde la perspectiva literaria y Schopenhauer, desde la filosófica, buscan conmover al hombre en su totalidad. Se comprende en este sentido, que El Criticón fuera el libro favorito de Schopenhauer ya que se trata de la narración de la vida humana, el «curso de tu vida en un discurso» porque describe la esencia moral del ser humano encerrando verdades morales a través de la intuición artística.

 

Para Schopenhauer, el verdadero artista es capaz de penetrar con su intuición la naturaleza para comprenderla y anticiparse. Por eso, las grandes obras muestran el camino de la intuición que las generó permitiendo que el escritor se vislumbre en el texto. El arte puede aliviar el sufrimiento que supone afirmar la voluntad; es un medio de liberación de la tiranía de la voluntad y a la vez informa sobre ese sufrimiento que la afirmación de voluntad comporta. Filosofía y literatura tienen en común la búsqueda de la verdad mediante la lengua. Claro que, el filósofo, como el artista, muestra la realidad tal como es, no como debe ser, punto que aleja a Schopenhauer de las tesis kantianas y lo acerca a Gracián.


Otro aspecto esencial apuntado por este estudio, que posibilita el diálogo entre ambos autores, es la delimitación de lo religioso y lo humano. Gracián entiende que somos producto de la voluntad divina mientras que Schopenhauer no cuestiona el origen de la voluntad como fuerza motriz del mundo sino que se limita a interpretar lo existente. Sin renegar de la religión, El jesuita aragonés prescinde de ella en su propuesta moral y educativa y se adelanta a la laicización de la literatura, situándose en el hombre y en su actuación en el mundo. También Schopenhauer analiza al hombre alejándose de toda transcendencia y, en su interpretación de la obra de Gracián, apuesta por la separación entre estos dos ámbitos.


Asimismo, el profesor Losada Palenzuela subraya que entre Schopenhauer y Gracián también se produce un paralelismo estilístico: oscuridad, laconismo, valor de los aforismos y máximas, aspectos paradigmáticos en Gracián y compartidos por el filósofo alemán. Para ambos, el pensamiento claro va ligado al buen estilo y este da la escala de la genialidad del escritor. La brevedad textual y la gracia, de acuerdo con el Oráculo, pero también con Schopenhauer, son características del buen estilo. Para este, el estilo es el propio hombre y su pensamiento, por lo que valorar el Oráculo es valorar al hombre que lo escribió. En este sentido, la traducción sirve para acercarse al espíritu del autor. Schopenhauer estaba satisfecho de haber traducido «no solo el sentido del original sino también el estilo lacónico, sentencioso y denso» de la obra del jesuita. Él mismo valora la fuerza expresiva de los aforismos por la condensación de conceptos, y su propia filosofía podría ser reducida a una sola máxima. Es cierto que la de Schopenhauer no es una obra aforística, pero sí puede ser reducida a principios, como «los pedazos del quebrajado espejo».


Schopenhauer no interpreta el Oráculo como un manual para cortesanos, sino para el mundo, es decir, para todo aquel que quiera huir de la vulgaridad intelectual del mundo. Él lo interpreta como una guía para completar la experiencia y también como una descripción del hombre que marca el camino para formarse como persona. Dos conceptos clave en Gracián, genio e ingenio, Schopenhauer los interpreta a la luz de la voluntad y del intelecto, pero no falsea el sentido original incluyendo el significado de ingenio como conocimiento no supeditado a la razón. A este respecto, puede consultarse el volumen de Cantarino y Blanco, Diccionario de conceptos de Baltasar Gracián (2005).


Como Gracián, Schopenhauer, entiende que la felicidad es imposible. Ambos comparten un pesimismo incompleto. Éste, en Gracián, está limitado por la existencia temporal y la educación, convertida en desarrollo personal a través de las edades del hombre, y, en Schopenhauer, por la huída de la desgracia y por la propia obra de Gracián, donde encuentra un sustituto de la felicidad, un paliativo de los síntomas del sufrimiento. Esta filosofía schopenhaueriana tiene un doble fondo, ya que defiende la autoafirmación del individuo al tiempo que afirma que individuo y vida no son nada. En el libro Aphorismen zur Lebensweisheit, influido por Gracián, Schopenhauer ofrece paradógicamente, un manual sobre cómo alcanzar una felicidad que, en sí misma, está negada al hombre. La felicidad solo se concibe como un estado transitorio en ausencia de sufrimiento. Al igual que el carácter, este marca límites en la posibilidad de formación, y respecto a la individualidad del hombre, es medida para alcanzar la máxima satisfacción.


En definitiva, son numerosos los puntos que vinculan a los dos autores, cuyas diferencias histórico-culturales se superan gracias a la idea de universalidad de Schopenhauer. Se actualiza a Gracián porque la verdad es eterna, «y si no es un siglo, muchos otros lo serán». La traducción del Oráculo es un diálogo directo con su autor y se configura como máxima expresión interpretativa dando cuenta además de la congenialidad biográfica, de carácter y de estilo, que los dos autores comparten. Una cuidada edición en castellano del Oráculo es la del profesor Emilio Blanco (Gracián, 1995).


El estudio de José Luis Losada Palenzuela se centra en la traducción, pero más allá de esta, de lo que se da cuenta es de las similitudes que dos personajes tan dispares en el tiempo y en el espacio encuentran entre sí. Schopenhauer realiza una lectura de Gracián bajo el filtro de su pensamiento filosófico y así, retomando la idea de Steiner que Egido recuerda (2001: 13-16), leyendo el Oráculo se lee a sí mismo. No nos sorprende este hecho, pues, además de todas las semejanzas señaladas por este estudio, la traducción de Gracián hecha por Schopenhauer atañe a aquello que sobrevive a las fronteras temporales y culturales, y a lo que conmueve la esencia del ser humano.


El volumen se completa con un interesante apéndice que incluye notas y cartas de Schopenhauer sobre la traducción del Oráculo manual junto a marcas, notas manuscritas del filósofo alemán y una amplia bibliografía, que puede completarse con la incluida en el volumen Baltasar Gracián. Estado de la cuestión y nuevas perspectivas. La vigencia de la obra graciana queda demostrada por el amplio número de estudios que la configuran. Esta actual lectura no se habría producido sin el trabajo de Schopenhauer que supuso el punto de partida del eco de la voz de Gracián a lo largo del tiempo hasta la postmodenidad. Schopenhauer mantuvo, como demuestra Losada Palenzuela, una relación de congenialidad con Baltasar Gracián, en quien supo ver a un pensador moderno, tan vigente todavía en el siglo XXI.

 

Bibliografía

Baltasar Gracián. Estado de la cuestión y nuevas perspectivas, Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coords.), Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2001. Baltasar Gracián: ética, política y filosofía, Actas del Congreso «Ética, Política y Filosofía. En el 400 Aniversario de Baltasar Gracián» (Oviedo, 23 y 24 de noviembre de 2001), Oviedo, Junta General Principado de Asturias, Sociedad Asturiana de Filosofía, Biblioteca Filosofía en español, 2002.Briesemeister, Dietrich, “Neulateinische Gracián-Übersetzungen aus dem 18. Jahrhundert in Deutschla”, en El mundo de Gracián, Actas del Coloquio Internacional de Berlín, Sebastian Neumeister, Dietrich Briesemeister (eds.), Berlín, Colloqium Verlag, 1991, pp. 221-232. Cantarino, Elena y Blanco, Emilio, Diccionario de conceptos de Baltasar Gracián, Madrid, Cátedra, 2005.Egido, Aurora, “Al margen de Gracián”, en Al margen de Baltasar Gracián (en su IV centenario). Monográfico. Boletín de la Fundación Federico García Lorca, 29-30, Aurora Egido (coord.), Madrid, 2001, pp. 13-16.El mundo de Baltasar Gracián. Filosofía y literatura en el Barroco, Juan Francisco García Casanova (ed.), Granada, Universidad de Granada, Biblioteca de Bolsillo, 2003.Gracián, Baltasar, Oráculo manual y arte de prudencia, Emilio Blanco (ed.), Madrid, Cátedra, Letras Hispánicas, 395, 1995.Neumeister, Sebastian, “Schopenhauer ais Leser Graciáns”, en El mundo de Gracián, Actas del Coloquio Internacional de Berlín, Sebastian Neumeister, Dietrich Briesemeister (eds.), Berlín, Colloqium Verlag, 1991, pp. 261-278.